Historia

Nuestra historia

La familia Martínez Zaporta tenía el sueño de dar a Logroño un periódico, un teatro, un café y un edificio emblemático de la arquitectura de comienzos del siglo XX. Facundo, un enamorado de la ciudad, fue el que estaba decidido a hacerlo realidad: quería levantar un inmueble de viviendas, un teatro, un café y un local para instalar su periódico La Rioja. Por tanto, existía la persona,
el proyecto y el dinero. Y para el sitio, escogió uno de los
rincones más reconocidos del Logroño de la época, la Plaza de la Imprenta. Facundo no tuvo la dicha de ver terminado su sueño. Le sucedió su hijo Francisco y a él se dedicó la Plaza de la Imprenta: por su entrega y a amor a nuestra ciudad. Así, la plaza pasó a llamarse de Martínez Zaporta.  
En 1913, se inaugura el teatro, para el café hubo que esperar hasta 1916. En ese año nace el que será nuestro Café Moderno.

El actual Café Moderno es el sueño de un logroñés, de un empresario insigne, D. Francisco Martínez Zaporta, que heredó de su padre Facundo el espíritu emprendedor.

Francisco quería para su ciudad: un periódico, un teatro y un café… ¡y lo consiguió!. Para ello escogió uno de los rincones más emblemáticos de la ciudad, la Plaza de la Imprenta, no podía haber elegido mejor localización para la sede de un periódico. Fue tanto lo que D. Francisco hizo por nuestra ciudad que desde el año 1935 la plaza lleva su nombre, el mejor vecino que Café Moderno podía tener.

Era el año 1912 cuando Francisco Martínez Zaporta solicitaba al Ayuntamiento de Logroño permiso para construir una nueva sede para el Diario La Rioja (fundado por su familia en 1889), un teatro y un café.

En 1914 se inaugura el Teatro Moderno pero habría que esperar hasta enero de 1916 para que el local se abriera como café.

Del Café Madrid a Café Moderno

Mariano Moracia

Es el actual propietario de nuestro Café, hijo de Juli y nieto del abuelo Mariano. En el año 2009 recibió la Insignia de San Bernabé, el máximo reconocimiento que puede obtener un logroñés. Emocionado Mariano dedicaba la insignia a sus antepasados, sus abuelos, sus padres y a todos los clientes que mantienen vivo el Moderno “este reconocimiento es de todos”